La imaginación de la humanidad a lo largo de los siglos ha sido ilimitada al momento de desplegar su inventiva para crear seres fantásticos. Criaturas imaginarias han sido parte de casi todas las civilizaciones: la egipcia, la griega, la nórdica, así como la mesoamericana, entre otras.
Desde el principio de las civilizaciones, los pueblos han creado un mundo de figuras míticas inspirándose en la fauna que los rodea, ya sea aumentando su tamaño como en el caso del Kraken -un calamar de dimensiones extraordinarias que asustaba a los marinos y piratas de tiempos antiguos- o reduciéndolo a pequeños duendes -seres traviesos, que aparecen por casi cualquier leyenda del mundo-. Igualmente se les han añadido y restado miembros, como la anfisbena -serpiente de dos cabezas-, el caballo Sleipnir con ocho patas o los cíclopes que solo poseen un ojo.
También existe un sinfín de combinaciones de especies, los ejemplos al respecto son antiguos y conocidos, como la esfinge griega que tiene pechos de mujer, cuerpo y pies de león y alas de pájaro; el centauro de cabeza, tronco y brazos humanos, y el resto del cuerpo de un caballo; o el basilisco, gallo reptiloide.
Muchos de estos mitos se han transmitido por tradición oral, otros por bestiarios medievales que describían animales tanto reales como imaginarios que venían acompañados de una explicación o enseñanza de orden moral. También por la criptozoología, disciplina que estudia seres mitológicos pero los narra como si fueran reales, sin tener pruebas de su existencia.
En el caso de México la mayoría de estos mitos han sido trasmitidos por la tradición oral; un ejemplo de ello son las sirenas, damiselas acuáticas caprichosas, apasionadas, todopoderosas y despiadadas, que bajo un canto armonioso, y una apariencia tierna y débil, esconden debajo un demonio. En Metepec, Estado de México se cuenta la leyenda de la Tlanchana; su nombre proviene de tiempos remotos y se deriva de tres voces del náhuatl: atl, agua; tonan, madre; chane, ser o espíritu mágico. Acihuatl es otro ejemplo; se describe como “mitad mujer, mitad pez” al narrar el origen y atributos de Tezcaltlipoca, referida como servidora de esta deidad.
Existen otros relatos de seres sobrenaturales que genéricamente se les llama nahuales, los cuales siguen vigentes hasta nuestros días. Estas criaturas se dedican a hacer maldades, tales como, destrozar las cosechas de maíz, robar gallinas y huevos, así como también robarse a la muchacha que les gusta y después la devuelve embarazada, sin que el hijo herede las características del padre.
La palabra nagual o nahual, proviene de la palabra náhuatl nahualli, que significa “la vestimenta del individuo”. Estos seres se transforman a voluntad propia en animales; pero esto solo ocurre al anochecer, pues su encantamiento desaparece al alba. En la época prehispánica su deidad propiciatoria era Tezcaltlipoca y al parecer su origen se remonta a ritos y creencias prehispánicas.
Hay zonas en México, como la del Bajío en donde el nahual es visto con temor, porque se considera que quien tiene poderes para transformarse en animal, también los tiene para hacer daño.
A lo largo de la república mexicana existen varias clases de seres míticos como los chuleles, entre los mayas de los Altos de Chiapas. Son criaturas protegen al recién nacido que llevará su nombre y sólo cuando el pequeño tenga uso de razón sabrá junto con sus padres, lo concerniente a su chulel.
En el estado de Guerrero existen los chanes, seres que habitan en las inmediaciones de los ríos y hacen travesuras, como esconder cosas y robarse a las muchachas. En Veracruz existen los chaneques, entes que habitan en pozos, lagunas, lagos y ríos, se les describe como hombres jóvenes y hermosos que enamoran a las mujeres para perderlas o vivir con ellas algún tiempo.
El ahuitzolt es una criatura que habita los ríos y lagos profundos del sur de México, posee el aspecto de un perro negro de pelaje corto, tiene manos de mono, orejas puntiagudas y una cola prensil en forma de mano humana. Esta criatura consigue sus víctimas con dos métodos, el primero consiste en sacar de la superficie su cola con forma de mano y agitarla como pidiendo ayuda para no ahogarse, cuando algún infortunado se apiada y la toma, ésta se cierra para arrástralo consigo hacia las profundidades, una vez ahí, se alimenta de los ojos, los dientes y las uñas de su presa. El otro método se basa en imitar el llanto de un niño para atraer así a la víctima y luego proceder de manera similar. Sin embargo, tiene un lado positivo ya que se considera que el ahuitzotl es sirviente de Tlaloc, dios de la lluvia y por ello el alma de sus víctimas es bendecida y va al paraíso de forma directa.
La versión voladora del ahuitzotl es el atotolin, también conocido como coyote acuático. Se le describe como un ave de cuello largo, pico filoso, cubierta por plumas grises en todo su cuerpo -menos en el pecho, donde son blancas- y con patas que tienen la forma de la mano de un hombre. Se dedica a ahogar a sus víctimas en los ríos y lagos que encuentra alrededor de donde aparece.También en el sur de México habitan los aluxes, particularmente de la zona maya, conocida como “el Mayab”. En esa región, aún hoy se habla de los ellos con naturalidad y muchos campesinos afirman haberlos visto; los describen como criaturas de estatura pequeña, como la de un niño, pero con facciones parecidas a la de una persona adulta. Algunas referencias, no todas, también indican que usan sombrero, cargan una escopeta y van acompañados de un perro. Y como buena parte de los duendes, si se les trata bien, ofreciéndoles comida o regalos, retribuyen la atención cuidando de intrusos las propiedades de su benefactor; de lo contrario cuando no se les otorga el trato que ellos quieren, provocan inconvenientes y hasta pueden llegar a causar enfermedades.
En Chiapas nos podemos encontrar con el cadejo el cual se caracteriza por ser un largo animal con cabeza de chivo, orejas de conejo y cara de murciélago que se dedica a asustar a los viajeros nocturnos solitarios.
Los artistas populares no han sido ajenos a estas creencias y en algunas ocasiones también reflejan en sus obras a estos seres míticos, dotándolos de los atributos que imaginan o por relatos y leyendas que conocen. Sin duda, los conceptos diabólicos y nahualescos han servido de inspiración para los artistas populares. Un ejemplo muy claro de ello son los artesanos del barro y los Alebrijes, figuras consideradas como animales fantásticos, originarios de México; conjunción de lo real y lo imaginario que funde caprichosamente diferentes criaturas en un sólo cuerpo que representa una propuesta estética y a la vez simpática, derivada de la combinación de formas y colores.
Existen varias versiones acerca de su verdadero origen, la más difundida es la de los Linares, que según cuentan sus descendientes; Pedro Linares, cartonero radicado en la Ciudad de México, enfermó de gravedad escuchando en sus delirios la exclamación de estas criaturas: ¡Alebrijes! ¡Alebrijes!, comenzando así su tradición familiar.
Otra versión es la de la familia Jiménez, quien afirma que desde 1927 cuando Manuel Jiménez era un niño, tallaba en madera figuras con una navaja en sus tiempos libres mientras trabajaba en el campo; tiempo después comenzó a venderlas en casas de Oaxaca y en 1957, un norteamericano conoció su trabajo y le dio la oportunidad de llevarlo al extranjero.
Una versión más habla sobre el pintor mexicano José Antonio Gómez Rosas, apodado El Hotentote, que en su paso por la Academia de San Carlos, en donde se organizaba anualmente un baile de máscaras, se le pidió una serie de telones, por lo que encargó a su cartonero Pedro Linares que hiciera una nave y un Alebrije. Ante esta petición Linares le preguntó al pintor cómo hacerlo, a lo que éste le contestó: toma un Judas, y ponle cola y alas de murciélago. En las pinturas de El Hotentote frecuentemente aparecen figuras zoomorfas y fantásticas, en las que se combinan partes de reptiles, aves, anfibios, insectos y mamíferos, al igual que diferentes épocas y estilos.
Dado que la cartonería es un oficio originario de la Ciudad de México, también se piensa en la posibilidad de que, debido a la influencia del barrio chino y los dragones de esta cultura, surgieron los Alebrijes.
No es posible precisar cuál es el origen real, ya que como hemos visto los seres fantásticos no son exclusivos de alguna civilización o época. Lo importante es que al día de hoy los Alebrijes son una artesanía que fascina y sorprende tanto a nacionales como extranjeros.
Los Alebrijes se fabrican en dos ramas artesanales, principalmente en cartonería, que es representativa de la capital del país y madera tallada, en San Antonio Arrazola, Oaxaca.
Todas estas figuras extraordinarias se pueden encontrar en diversas técnicas y materiales en la sala El Arte Popular y lo Fantástico del Museo de Arte Popular (MAP), además por quinta ocasión consecutiva se realizará en la Ciudad de México el Desfile y Concurso de Alebrijes Monumentales del MAP, organizado por dicho museo, en colaboración con el Gobierno del Distrito Federal, y el apoyo de diversas instituciones públicas y privadas. Este evento comprende los Concursos de Obras de Teatro para títeres y de Cuento, ambos sobre Alebrijes, así como el Desfile de Alebrijes Monumentales, que se ha convertido ya en toda una tradición.
De esta forma, una nueva invasión de fantásticas figuras se avecina en la capital del país. Niños, jóvenes, adultos y los más adultos también, podrán disfrutar de este magno desfile que tendrá como escenario las principales calles del Centro Histórico y una parte de Paseo de la Reforma.
El desfile se llevará a cabo el sábado 22 de octubre, a las 12:00 horas; iniciando su recorrido en el Zócalo, para continuar por las calles de 5 de mayo, Juárez y Paseo de la Reforma, hasta la Glorieta del Ángel de la Independencia.
Al término del desfile, los Alebrijes Monumentales permanecerán en exhibición del sábado 22 de octubre al domingo 6 de noviembre, en las aceras principales de Paseo de la Reforma, entre las glorietas del Ángel de la Independencia y la Diana Cazadora.
El objetivo de este acontecimiento es promover una tradición propia de la capital del país, siendo una propuesta callejera sana, sin tintes políticos o alguna causa que no sea la congregación de todo tipo de público para festejar el arte popular mexicano y enaltecer a la Ciudad de México.
Los Alebrijes son una representación controvertida, original, angelical y monstruosa a la vez, que proyecta distintas emociones y actitudes, éstas y muchas otras razones convierten al desfile en una verdadera fiesta popular, en la que, además de disfrutar las magníficas creaciones, se mantiene el objetivo de impulsar y difundir el trabajo de los artesanos mexicanos.
La obra de nuestros artesanos se valora cuando se conoce: Ven al MAP
Por: Sendy Castillo Castillejos
Horarios del Museo: Martes a domingo, de 10:00 a 18:00 hrs. y los miércoles con una extensión de horario de las 10:00 hasta las 21:00 hrs.
ENTRADA LIBRE LOS DOMINGOS
Costo de martes a sábado: $ 40.00 M. N.E n t r a n g r a t i s:
· Niños menores de 13 años.
· Personas con discapacidad.
· Personas mayores de 60 años, con credencial del INAPAM.
· Estudiantes y maestros con credencial vigente.
· Personas con credencial vigente Maestros a la Cultura y Sépalo.
· Artesanos.
Informes en el teléfono: 55 10 22 01 exts.- 128, 129 y 130.
Revillagigedo No.11(entrada por Independencia) Estaciones del Metro y Metrobus; Juárez e Hidalgo, Centro Historico.
www.map.df.gob.mx
Twitter: @map_mexico Facebook: Museo de Arte Popular
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