Doña Rosa Real de Nieto tuvo su taller, hoy sus descendientes, en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca. Es ahí donde convive con el famoso barro negro, mismo que no es de ese color naturalmente, es la ausencia de aire a la hora de la cocción en el horno. Se bruñe la pieza con un cuarzo para tapar los poros y al mismo tiempo le “saca” brillo. Ella lo hacía con tal maestría que el color resultaba de un negro acero. En los 30´s cuando Alfonso Caso “redescubre” Monte Alban, a ella también le toca la suerte; el cónsul de Bélgica en México decide llevar al Museo de Los Ángeles una exhibición artesanal del característico negro de Oaxaca…. El resto es de todos conocido.
ssa
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