Se dice que las piñatas vienen de China; cuando Marco Polo regresa de su viaje del lejano oriente, las trajo a Europa, a Italia, de hecho la palabra viene del italiano “pignatta” (olla), de alli pasa a España. Cuenta la historia que los chinos hacían figuras de diferentes animales (vaca, buey, búfalo) cubierta de papeles de colores y se elaboraban para dar inicio a la primavera en relación a la agricultura. Ya en Europa se le da un sentido religioso, y con el tiempo se adopta para la Cuaresma, de hecho al primer domingo se la llamaba “domingo de piñata”, romperla con un palo al inicio a esta tradicion religiosa y simbolizaba el deseo de acabar con el mal. Llega a México junto con los frailes franciscanos quienes la utilizaban para atraer y por consecuencia evangelizar a los indígenas incluyéndola en diferentes festividades de la Iglesia. Para hacerla de manera tradicional se aprovecha una olla de barro llamadas “ollas piñaterías” que se venden en los mercados, son forradas con papel periódico, pintadas y se emplean diferentes tipos y colores de papel. Antiguamente se rellenaban con cacahuates, jícamas, tejocotes, naranjas etc., hoy en día, que además son populares en las fiestas de cumpleaños de los niños, estas maravillas elaboradas por artesanos mexicanos utilizan dulces de todo tipo, digamos que las naranjas están “pasando de moda”. El Museo de Arte Popular organiza el Concurso de Piñatas con rigurosas bases para que esta se haga de la forma tradicional, y como cada año en esta época, el Museo se viste de color y alegría con todas esta obras de arte que colgaran en su majestuoso patio.
Museo de Arte Popular
Revillagigedo esq. Independencia
Col. Centro
Mexico, D.F.
Horario: Martes a Domingo de 10 a 18 hrs.
Jueves hasta las 21 hrs.
SSA
La historia detrás de las piñatas es un fascinante viaje cultural que conecta continentes y tradiciones. Originarias de China, donde simbolizaban el inicio de la primavera con figuras cubiertas de papel de colores, llegaron a Europa de la mano de Marco Polo y posteriormente se adoptaron en España con un sentido religioso durante la Cuaresma. En México, introducidas por los frailes franciscanos, las piñatas se convirtieron en un elemento festivo y evangelizador, integrándose en las celebraciones locales con ollas de barro y decoraciones de papel. Hoy en día, las piñatas mexicanas, adornadas con dulces en lugar de frutas, continúan siendo una expresión vibrante de artesanía y celebración, destacadas anualmente en el Concurso de Piñatas del Museo de Arte Popular, un evento que ilumina el Centro Histórico de la Ciudad de México con color y tradición.
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